martes
54.
La noche es de los poetas, las putas y de los que mueren de amor. Y yo no sé, pero desde que te conozco hace tiempo que soy un poco de las tres cosas. El folio es el único cómplice de mi crimen, y tras mis noches de vigilia pensándote, la única conclusión a la que he llegado es que a la mierda con la suerte, yo te deseo a ti. Que hasta el ruido se quedaría callado para escuchar tu risa. Las ganas que tengo de alejarme de esta rutina y meterme en la tuya, deshacerla, deshacerte, te besaría hasta la voz si pudiera. Y qué no haría por ti, si pudiera... Que te bailaría el agua incluso con el vaso vacío. Tocado y hundido... tocado por tus manos y hundido en las sábanas, ese es todo mi deseo. Y que te bañes en mí y que se joda el mar, y que el café se ponga frío porque nosotros nos ponemos calientes, y enamorarnos a doscientos y sin frenos, y que la música pare y que sigamos bailando.
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Me desintengras el alma querida. Eres el motor que impulsa un mundo al que solo unos pocos tenemos acceso. Sigue girando.
ResponderEliminarMe dejas sin palabras ante tanto halago; no puedo decirte más que gracias
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