martes

55.

Hace ya tiempo que mis ansias no se sacian solo de recordar tu aliento en la almohada. Todas tus fotos me son insuficientes, incluso aquellas que quemé siguen haciendo mella en mi memoria. Esa sonrisa me acribilla a balazos cada noche en mis más dulces pesadillas, y al despertarme me doy cuenta de que lo de fuera no es mejor, de que ese asiento del tren sigue vacío, de que esa taza aún guarda tu marca de pintalabios y de que al rojo que antes tenían tus uñas ahora le falta poco para salir por mi boca cualquier noche en cualquier callejón tras narcotizar mis intestinos por tu culpa. Que cuando yo decía que no tú decías que sí y al final entre unas cosas y otras siempre me enredabas y acabábamos borrachos de amor en el cine de al lado.
No te confundas, que yo estoy bien solo, porque eso que dicen de 'mejor solo que mal acompañado' es cierto. Pero la movida es distinta cuando incluso estando solo estás mal acompañado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario