sábado
58.
Dicen que escribimos lo que no tenemos cojones de decirle a la vida pero necesitamos escupir en algún suelo. Que escribir feliz es como besar con los ojos abiertos, frívolo y despiadado. Como cambiar, como cambiarte. Como encontrarme con tu culo en cualquier bar de madrugada, invitarlo a dos copas y pasar la noche contigo pero despertar sin ti. Que está bien, pero que no es lo mismo. Como cada vez que voy andando y no es en dirección a tu casa; que eso que dicen de que no he vuelto a ser el mismo esconde un poco de verdad, porque quién podría serlo después de perder tu risa. Ojalá fueses como esos libros sin acabar que me dejan volver una y otra vez a mi parte favorita y que luego todo siga igual.
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Me dejas de hielo. Cada texto es como un sueño palpable del que te acuerdas al despertar. Me descoloca tanto talento.
ResponderEliminarY cada comentario tuyo es una sonrisa en mi rostro, un pellizco más de las ganas de seguir con esto. Te lo agradezco mucho!
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