lunes

14.

Lo siento. Joder, lo siento, te lo hice pasar mal, soltar lágrimas, sufrir. Sin embargo, tú fuiste mucho más maduro que yo: me perdonaste. Ahora, solo puedo decir gracias, y no sólo por eso, por estar conmigo cuando más lo necesitaba, por animarme cada día, por dar, y dar, y dar... y nunca pedir nada a cambio. Yo me porté como una gilipollas, y tú como un caballero. Lo más grande que tengo es tu amistad, y no miento cuando te digo que cada día más me arrepiento de aquello que te hice; y créeme, es posible que yo haya soltado más lágrimas que tú por ese simple motivo, pero también te digo, que aún sonrío al ver el brillo de tus ojos. 
Tú serás el príncipe; yo, la mendiga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario